España conserva un patrimonio artístico que se
considera uno de los más importantes del mundo y es reflejo de su historia y de
todos los pueblos que han pasado por esta tierra.
La creatividad artística
española surge en la prehistoria con importantes muestras de arte rupestre en
cuevas, con dos zonas importantes: la zona norte y la zona mediterránea.
La romanización de la península ibérica introdujo
el arte en el urbanismo construyéndose puentes, acueductos y ciudades enteras.
Durante los ocho siglos que estuvieron
asentados los árabes en la Península ibérica nos dejaron un legado artístico
con ejemplos tan espectaculares como la Alhambra de granada o la mezquita de Córdoba
que muestran lo mejor de la cultura musulmana.
En la España Cristiana del
medievo, al igual que en el resto de Europa, se suceden el arte románico y el
gótico, este último, aplicado no solo al
arte religioso sino también al civil,
tuvo en sus etapas finales un estilo propio llamado gótico isabelino o
estilo Reyes Católicos con numerosas y exquisitas obras como es el palacio de
Jabalquinto o de Benavente en Baeza.
Otro conjunto monumental, el ayuntamiento
y lonja de Alcañiz (Teruel) refleja el transito del gótico al Renacimiento.
Uno
de los primeros edificios renacentistas es la hermosa fachada de la Universidad
de Alcalá de Henares, construida en la primera mitad del siglo XVI.
Ya en el siglo XIX las corrientes románticas
dieron lugar a reinterpretaciones del arte como el neogótico estilo en que se construyó
el castillo de Butrón en Vizcaya.
En cuanto a la pintura, España ha dado al
arte alguno de los pintores más geniales de la historia, Goya, Velázquez, Murillo,
El Greco, Goya, Picasso…